La espirulina es una cianobacteria de color verde azulado, con forma de espiral -como su nombre indica- y de medio milímetro de longitud. Es especialmente interesante para el ser humano porque es rica en valores nutricionales: proteínas, hidratos de carbono, antioxidantes, aminoácidos esenciales, vitaminas, minerales y muchos pigmentos como el betacaroteno.
Una maravilla de la naturaleza
La cantidad de proteína contenida en el alga espirulina ronda el 60-70% del peso seco. Su contenido en proteínas es completo, es decir, contiene todos los aminoácidos esenciales para el ser humano.
Pero también es una fuente interesante de potasio, calcio, cromo, cobre, hierro, magnesio, manganeso, fósforo, selenio, sodio y zinc; así como de vitaminas A, E, K y del grupo B.
Y con su aporte de ácidos grasos esenciales, Omega 3 y Omega 6, pigmentos como la clorofila, el β-caroteno y la ficocianina, actúa como desintoxicante natural, tiene un efecto antiinflamatorio, regula la producción de serotonina, responsable del buen humor, y ayuda al sistema inmunitario.
En resumen, ¡es un auténtico prodigio de la naturaleza!
Debido a sus peculiaridades, la espirulina se utiliza como complemento alimenticio y, en estado puro, se emplea mucho en cosmética y también en cocina.
En la planta de AlgaVenice, el alga espirulina se seca a bajas temperaturas para respetar sus características naturales y no alterar sus valiosas propiedades nutritivas. En el proceso de producción, eliminamos cualquier contaminante que pueda estar presente en el agua y el aire para ofrecer un producto 100% puro y de alta calidad.
Curiosidades históricas
Los orígenes de esta extraordinaria alga son antiguos: procede de la primera fuente de vida que se originó por fotosíntesis hace más de tres mil quinientos millones de años. Su papel fue decisivo, ya que empezó a generar oxígeno que, al acumularse en la atmósfera, brindó la oportunidad de crecer a otras formas de vida.
En un pasado muy lejano, los aztecas y los mayas del antiguo México ya apreciaban y aprovechaban los beneficios de la espirulina, en particular utilizándola en su dieta como fuente de energía para afrontar mejor la vida cotidiana. Se consideraba un alimento tan especial que se le llamaba «alimento de los dioses», precisamente porque proporcionaba una gran cantidad de energía inmediatamente disponible y una buena dosis de resistencia. Durante siglos, el alga espirulina se extendió principalmente en las zonas tropicales y subtropicales, más concretamente entre las poblaciones que vivían a orillas del lago Texoco en México y del lago Chad en África Central, ambos lagos salados con un pH alcalino.
Hace unos 50 años, gracias al estudio de numerosos botánicos e investigadores europeos y americanos, se redescubrió, incluso en Occidente, y desde entonces se consume en todo el mundo. Algavenice la cultiva desde hace años con total respeto por el medio ambiente y garantiza la máxima calidad del producto acabado.